Los de New Orleans se impusieron por 118 a 103 ante los Suns con 30 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias de Brandon Ingram, 26 puntos, 15 rebotes y 4 asistencias de Jonas Valanciunas y quedaron 2-2 en el global, cuando todos, aún con la lesión de Devin Booker, esperaban que los de Phoenix queden a un juego de la siguiente ronda.
Teniendo en cuenta la gran temporada regular y las 28 victorias de más que tenían, se pensaba que los dirigidos por Monty Williams iban a arrasar con su rival e iban a dar una exhibición de básquet durante toda la serie que, para tristeza de algunos y alegría de otros el panorama es completamente distinto, con un global que refleja a la perfección como se vienen dando los partidos.
Los Pelicans estuvieron activos en defensa
Los locales tuvieron una gran actuación, tanto colectiva como individual. En cuanto al ataque, su alero tuvo un muy buen tercer cuarto. Valanciunas, su pivot, capturó una significativa cantidad de rebotes y ambos estuvieron bien acompañados por C.J. McCollum que hizo 18 puntos, se hizo de 9 rebotes y dio 2 asistencias. A su vez, a la delantera rival se la vio muy incómoda. Más allá de sus 23 puntos, Ayton no pudo afianzarse durante ningún momento extenso y Chris Paul no ejecutó de la mejor manera gracias a la versatilidad de Herbert Jones (fundamental en el último cuarto) y a la resistencia de José Alvarado.
Unos irreconocibles Suns
Por otro lado, sin Booker los Suns no fueron los mismos. Con Ayton efectivo pero incómodo y Chris Paul discreto. Además, los 14 puntos de McGee y los 13 de Johnson no fueron suficientes y necesitaban de alguien más que tome las riendas del ataque.

La serie está muy peleada. El próximo partido es en Phoenix, donde se espera que los locales hagan lo suyo y vuelvan al triunfo, ya que su margen de error se va minimizando cada vez más.
