El mundo está que arde. Por más que estemos en cualquier parte del mundo, de alguna u otra manera, el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania nos afecta. En este caso, el mundo del básquetbol se ve revolucionado nuevamente. La FIBA, ente rector del deporte a nivel mundial, decidió apartar a todos los equipos y árbitros rusos de sus competencias oficiales por tiempo indefinido.
Este hecho se suma a la postergación anunciada de los partidos en suelo ruso de la Euroliga, pero el asunto para los europeos no estaba terminado: En las últimas horas decidieron suspender, al igual que la FIBA, a los equipos rusos de sus dos competencias. De esta manera, el Unics Kazán, el CSKA de Moscú y el Zenit de San Petesburgo fueron apartados del certamen principal, mientras que el Lokomotiv de Krasnodar fue suspendido de la EuroCup, el segundo torneo continental más importante.
Por último, se produjeron distintos hechos de los protagonistas directos de este deporte: los jugadores. El primero en sorprender a todos fue Tornike Shengelia, ex compañero de Luca Vildoza en Baskonia . El alero georgiano anunció que rompería su vínculo con el CSKA, a dónde había llegado dos años atrás. Detrás de Toko, sus compañeros Johannes Voigtmann, Iffe Lundberg y Marius Grigonis rescindieron contrato con el club capitalino. Por otro lado, el Zenit y el Kazan autorizaron a sus jugadores no rusos a regresar a sus países de origen. Jugadores como Shabazz Nappier y Arturas Gudaitis, importantes en Zenit, volaron a Estados Unidos y Lituania respectivamente, hasta que el conflicto esté controlado.
