En una vibrante definición en el fin de semana de estrellas llevado a cabo en la ciudad de Utah, el jugador de Portland Trail Blazers, Damian Lillard se coronó como el nuevo rey en el concurso de triples.
Final de infarto
En la dinámica que se viene implementando en los últimos años durante el concurso de triples, los 8 participantes juegan la primera ronda en busca de uno de los tres cupos que los deje ubicados en la final. Lillard no tuvo mayores inconvenientes en esta ronda y clasificó como el segundo mejor puntaje de la competencia, tan solo por detrás de Tyrese Haliburton de los Indiana Pacers.
En la ronda final el primero en tirar fue el ganador del concurso en el año 2020, Buddy Hield, quien en esta ocasión dejó su marca en 25 puntos. Luego fue el momento de Dame, quien no arrancó de la mejor manera, pero al convertir ambos de tiros de máxima distancia sumo 3 puntos en cada uno que lo dejaron bien posicionado para encarar su rack favorito (45º, desde la izquierda). En un final de película, Lillard llegó a su última bola que valía dos, a tan solo un punto de Hield y como muchas veces lo demostró en momentos decisivos, el jugador franquicia de los Blazers no se lo pensó dos veces y se quedó con la mejor marca para quedarse con el concurso de triples, después de que Haliburton no estuviera ni cerca de su puntaje.
La cuarta fue la vencida
Para Damian Lillard era su cuarta participación en el concurso de triples, luego de haber estado en años anteriores pero sin poder conseguir el tan anhelado trofeo. Ahora en el 2023, en Utah y con la casaca de Weber State, su universidad donde jugó durante 4 temporadas para los Wildcats, Lillard alcanza un objetivo personal para llegar recargado a la segunda mitad de la temporada donde tendrá que conducir a los Blazers a la post temporada, por lo pronto los de Portland son doceavos en el oeste, a tan solo un partido de puestos de play-in. Aunque no con un panorama tan alentador luego del cierre de fichajes donde haciendo un balance general el equipo perdió mas de lo que pudo haber ganado para reforzarse seriamente.
